El lanzamiento del ETF de Bitcoin de BlackRock allana el camino para la inversión en criptomonedas en la corriente principal

Camila Arce | BITCOIN | ES | July 28, 2025
La llegada del iShares Bitcoin Trust (IBIT) marca un hito significativo en la evolución de los activos digitales, señalando un cambio hacia la adopción generalizada y la credibilidad institucional. La introducción de un ETF de Bitcoin al contado por BlackRock elimina las barreras que durante mucho tiempo han disuadido a los inversores tradicionales de involucrarse con las criptomonedas. Al simplificar el acceso a Bitcoin a través de un ETF negociable, IBIT une el mundo analógico y digital, ofreciendo una avenida de inversión familiar para aquellos reacios a navegar por las complejidades de los intercambios y monederos de criptomonedas.
La estructura amigable para el usuario de IBIT agiliza el proceso de inversión, eliminando la necesidad de que los inversores individuales gestionen claves privadas, soluciones de custodia o complejidades de blockchain. A través de cuentas de corretaje tradicionales, los inversores pueden comprar y vender acciones de IBIT de manera fluida, transformando Bitcoin de un activo especulativo en un vehículo de inversión normalizado. La democratización del acceso promovida por IBIT ya ha reunido más de $1 mil millones en activos bajo administración en su primera semana de negociación, subrayando la demanda reprimida de exposición regulada y de calidad institucional a Bitcoin.
La asociación estratégica entre BlackRock, Coinbase Prime y Anchorage Digital como custodio subraya los fundamentos institucionales de IBIT. Al aprovechar la experiencia de Coinbase Prime y el estatus de Anchorage Digital como un banco de activos digitales federalmente autorizado, BlackRock aborda los riesgos fundamentales asociados con las inversiones en criptomonedas, incluida la custodia, la seguridad y el cumplimiento normativo. Además, los desarrollos regulatorios, como la Carta Interpretativa 1184 de la OCC y la derogación por parte de la SEC de la SAB 121, han creado un entorno propicio para la participación institucional en el espacio criptográfico, alineando los activos digitales con las clases de activos tradicionales en términos de supervisión y responsabilidad.
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